Una Nueva Forma De Construir Relojes Atómicos Podría Hacer Que el GPS Sea Aún Mejor
Una de las maravillas del mundo moderno que solemos dar por sentado es el GPS. Gracias al Sistema de Posicionamiento Global y su red de satélites posicionados con precisión, cualquier persona en la superficie de la Tierra puede ubicarse a unos pocos pies. Esa es una conveniencia por la que los navegantes, incluso hace cien años, habrían matado.
Aún así, el GPS no es perfecto. A veces perdemos la señal GPS cuando viajamos a través de túneles, y a veces la señal no es tan precisa como debería ser. Incluso para una maravilla moderna, el GPS puede ser un dolor de cabeza. Sin embargo, un nuevo invento podría solucionarlo reduciendo los relojes atómicos utilizados en los satélites GPS a un tamaño portátil.
El GPS funciona gracias a una serie de relojes increíblemente precisos integrados en cada miembro de la constelación de satélites. Estos relojes atómicos son tan precisos que pierden menos de un segundo cada diez mil millones de años. Ese nivel de precisión es esencial porque los sistemas GPS tienen que tener en cuenta los efectos temporales de la Teoría de la Relatividad de Einstein al calcular su posición. Si el reloj a bordo está incluso a una fracción de segundo, podría calcular mal su posición por docenas o cientos de pies.
Cuando el dispositivo GPS en su automóvil o teléfono pierde la conexión con los satélites GPS en la parte superior, también pierde la conexión con esos relojes hiper precisos. El resultado es que nos liberamos y nos perdemos. Para solucionar este problema, un grupo de científicos de la Universidad de Sussex en Inglaterra ha desarrollado una forma de reducir los relojes atómicos hasta el punto en que realmente puedan convertirse en portátiles.
El avance se basa en la forma central en que funcionan los relojes atómicos. Los relojes atómicos mantienen el tiempo refiriéndose a la frecuencia de luz emitida por un átomo específico. El dispositivo real que mide esa frecuencia se llama «peine», y por lo general es uno de los componentes más grandes de un reloj atómico moderno. Los investigadores de Sussex han desarrollado una forma de reducir drásticamente el tamaño del peine integrándolo con un pequeño chip.
El resultado es un pequeño chip de cronometraje que utiliza sustancialmente menos energía que un reloj atómico estándar. Todavía hay un largo camino por recorrer antes de que los pequeños relojes atómicos comiencen a abrirse camino en la vida diaria, pero este es un hito importante que muestra que estos relojes están en camino.