Qué Saber Sobre Correr Después de Cincuenta
Cómo comenzar a correr
Primero Hable con su médico. Hágales saber sobre cualquier condición de salud que tenga. Te avisarán si es seguro que empieces una rutina de correr. Si te dan luz verde, sigue estos consejos también:
Conoce tu habilidad. Tu mente todavía es joven a pesar de que tu cuerpo ha envejecido. Sé paciente contigo mismo y comprométete con el objetivo a largo plazo de aumentar tu resistencia. No te esfuerces demasiado, porque así es como ocurren las lesiones. En su lugar, escucha a tu cuerpo y haz un seguimiento de tu progreso.
Conoce tu zancada. Los pies de algunas personas golpean naturalmente el suelo con los talones, mientras que otros golpean con los dedos de los pies. Ninguno de los dos está bien o mal, solo depende de lo que te resulte cómodo. No intentes forzar una zancada en particular mientras corres. La clave es encontrar tu ritmo.
Consigue los zapatos adecuados. No te dejes llevar por diseños pegadizos o afirmaciones sobre un rendimiento mejorado. Tómate tu tiempo probándote cuatro o cinco pares de zapatillas para correr y elige las que más te gusten.
Alternar caminar y correr. Comience corriendo de 20 a 30 segundos a la vez y camine hasta que recupere el aliento de nuevo. Cada semana, aumente la cantidad de tiempo que pasa corriendo y disminuya el tiempo que pasa caminando.
Considere el entrenamiento de fuerza. Una excelente manera de complementar la carrera es hacer entrenamiento de fuerza en días alternos. Los CDC recomiendan al menos 2 días a la semana de entrenamiento de fuerza. Hay muchas actividades que puede hacer en casa, incluyendo:
- Levantamiento de pesas
- Hacer ejercicio con bandas de resistencia
- Usar su peso corporal para abdominales, flexiones, sentadillas y estocadas
- Jardinería, que incluye palear y excavar
- Practicar algo de yoga