Lo básico: Cómo calentar la leche
Una taza acogedora de leche tibia es un placer reconfortante por sí sola, pero la leche calentada también puede aparecer en muchas de sus recetas favoritas.
Para obtener los mejores resultados, la leche debe calentarse suave y lentamente. El calor excesivo puede resultar en un sabor abrasador y/o una película de proteína en la parte superior de la leche. Puede evitar estos problemas de una de dos maneras:
En la estufa
El método de doble caldera: Coloque la leche en la parte superior de una caldera doble o en un tazón a prueba de calor sobre una cacerola de agua hirviendo. Calienta hasta que se formen burbujas alrededor del borde y el vapor comience a salir de la leche. Revolver con frecuencia evitará que se forme una capa de película.
Consejo: Para el chocolate caliente, siga el mismo método de cocción que se mencionó anteriormente. Si calienta la leche directamente en una cacerola, asegúrese de revolver a menudo a fuego medio hasta que se cueza al vapor.
En el microondas
El método de microondas: Vierta la leche en un recipiente apto para microondas y microondas a potencia media-alta (70%), revolviendo cada 15 segundos, solo hasta que el vapor comience a subir de la leche. Para escaldar la leche para las natillas o el yogur, caliente 250 ml (1 taza) a fuego alto durante 2 a 2 ½ minutos.
Consejo: La leche a temperatura ambiente es mejor en recetas que la leche fría, así que usa el microondas para quitar la leche fría que está fresca del refrigerador. Calentar en el microondas 250 mL (1 taza) durante 40 a 45 segundos* a temperatura alta (100%).
Nota: Los tiempos se basan en un horno de microondas de 700 vatios. Ajusta los tiempos de cocción para que se adapten a tu horno.
Para aprovechar tus nuevas habilidades para calentar leche, prueba estas recetas de café con leche de ensueño.