Consejos para Tratar con Estudiantes Difíciles para Mejorar la Gestión del Aula
Incluso los maestros más organizados, preparados y de gran prestigio pueden no estar preparados para los comportamientos difíciles que los estudiantes exhiben en el aula cada año escolar. Los estudiantes difíciles en las aulas pueden afectar en gran medida el entorno de aprendizaje, lo que dificulta que el maestro enseñe y los estudiantes aprendan. Desafortunadamente, estos estudiantes son cada vez más frecuentes en las aulas. Aquí hay cinco consejos clave que pueden mejorar la disciplina en el aula de cualquier persona, a partir de hoy.
Desarrollar una relación
El primer consejo, y posiblemente el más importante, para tratar con estudiantes difíciles es desarrollar una relación con ellos. Las relaciones con los estudiantes proporcionan la base para la confianza, algo que es crítico si se va a avanzar en la corrección de los comportamientos inaceptables. Los maestros pueden comenzar por abrirse a sí mismos y dejar que el estudiante los conozca como una persona completa, en lugar de solo como su maestro. Luego, pueden vincular los intereses de los estudiantes a sus lecciones para hacer que el aprendizaje sea más divertido. Los estudiantes a los que les gusta su maestro y tienen una relación con él tienen muchas más probabilidades de trabajar duro en el aula.
Expectativas y responsabilidad
El segundo consejo para tratar con estudiantes difíciles es presentar expectativas claras y responsabilizar a los estudiantes. Un estudiante necesita saber cuáles son sus límites y qué sucede cuando se sale de esa línea. Si un maestro no se mantiene consistente, el estudiante no entenderá cuándo cierto comportamiento es aceptable y cuándo habrá consecuencias. Esto es confuso tanto para el maestro como para el estudiante. También es un ejemplo para los demás y puede dificultar al maestro mantener altas expectativas para todos los estudiantes.
Sea consistente
Un tercer consejo que acompaña a mantener expectativas claras y verdaderas es ser consistente. Esto no solo se aplica a las consecuencias, sino también a las rutinas diarias. Incluso los estudiantes más fáciles se benefician de saber cuál es el horario diario. Informar a los estudiantes de los cambios con anticipación para que puedan prepararse mentalmente y hacer preguntas ayuda a los estudiantes a saber qué esperar; mientras que las sorpresas pueden hacer que los estudiantes estén ansiosos o hiperactivos.
Comunicación entre el hogar y la escuela
El cuarto consejo para tratar con estudiantes difíciles es tener una línea sólida de comunicación entre el hogar y la escuela. Independientemente de lo que el padre elija hacer con el conocimiento del día a día de su hijo, es necesario que el estudiante sepa que sus padres están al tanto de lo que sucede fuera del hogar. A menudo, los padres pueden proporcionar información sobre los desencadenantes del comportamiento o ser útiles para generar ideas posibles para la intervención.
Soporte de pares
Por último, y tan importante como los consejos anteriores, es tener soporte de pares. Los compañeros no solo ayudan a resolver problemas sobre posibles soluciones a problemas de comportamiento, sino que son vitales para que el maestro de un estudiante difícil sienta que tiene apoyo. Los maestros necesitan saber que otros compañeros de equipo se han encontrado con comportamientos similares; necesitan poder apoyarse unos a otros en los días difíciles; y necesitan tener un lugar para compartir historias de éxito. Esta compañía puede motivar a un maestro incluso en los días más difíciles.
Cada nuevo año escolar trae nuevos estudiantes con un amplio espectro de necesidades de comportamiento. Estas necesidades pueden afectar en gran medida el entorno de aprendizaje para los maestros y para el resto de la clase. Siguiendo los consejos mencionados anteriormente, se pueden abordar, apoyar y mejorar los comportamientos difíciles.