Christian Today
«Ahora bien, el Espíritu dice expresamente que en los últimos tiempos algunos se apartarán de la fe, prestando atención a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios…»- 1 Timoteo 4:1
La Biblia nos dice que el diablo está trabajando duro para engañar a todos: tratará de engañar a los creyentes para que duden de Dios, y tratará de engañar a los incrédulos para que piensen que no hay razón para creer a Dios sin importar lo que suceda.
Eso es lo que hace – cegar a la gente e impedirles ver la verdad (ver 2 Corintios 4:4).
¿Cómo engaña el diablo a la gente? ¿Cómo logra hacer esto? En este artículo hablaremos de cómo engaña a los cristianos.
Cómo engaña el diablo a los creyentes
1) Presentándose a sí mismo como»el Cristo»
El diablo tratará de presentarse como la solución a todos nuestros males, la salvación que todos hemos estado buscando. El mismo Señor Jesús nos advirtió acerca de él, diciendo::
«Entonces, si alguien te dice, ‘Mira, aquí está el Cristo!¡o ahí! no lo creas. Porque se levantarán falsos cristos y falsos profetas y mostrarán grandes señales y prodigios para engañar, si es posible, aun a los elegidos. Ves, te lo he dicho de antemano.»(Mateo 24:23-25)
2) Fingiendo Piedad
Un espíritu religioso no es de Dios, punto. Podemos ser religiosos y aún así no conocer a Dios. El diablo sabe esto y usa un espíritu de religiosidad como una falsificación de la verdadera semejanza con Cristo y la Piedad.
2 Timoteo 3:2-5 nos advierte,
«Porque los hombres serán amadores de sí mismos, amadores de dinero, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, carentes de amor, implacables, calumniadores, sin autocontrol, brutales, aborrecedores del bien, traidores, testarudos, altivos, amadores de los placeres antes que de Dios, teniendo apariencia de piedad pero negando su poder. ¡Y de esas personas se apartan!»
3) Al distraernos con actividades sin valor
¿Alguna vez pasó un tiempo considerable haciendo algo que lamentó después? Si lo ha hecho, probablemente haya sido víctima de una de las tácticas favoritas del diablo desde hace mucho tiempo: la distracción.
Efesios 5: 15-17 nos instruye,
«Mirad, pues, que andéis con prudencia, no como necios, sino como sabios, redimiendo el tiempo, porque los días son malos. Por lo tanto, no seáis insensatos, sino entended cuál es la voluntad del Señor.»
Muchos de nosotros caemos presa de esta tercera táctica. Podemos ser muy escépticos sobre aquellos que se presentan como «emisarios de Dios» o «escogidos de Dios».»También podemos ser muy escépticos acerca de aquellos que fingen la semejanza a Cristo.
Sin embargo, no es tan fácil detectar una distracción, especialmente cuando se presenta como algo «bueno».»
Podríamos pasar un tiempo precioso arreglando cosas rotas cuando deberíamos estar predicando el Evangelio. Podríamos estar pasando tiempo «uniéndonos» con amigos cuando deberíamos señalarles la verdad de la palabra de Dios.
En el momento en que fallemos en «entender cuál es la voluntad del Señor», fallaremos en ver lo que es importante. Y cuando no vemos lo que es realmente importante, nada será importante. Ni siquiera la oración y la predicación de la palabra de Dios.