Cómo limpiar un hogar de chimenea de piedra
Un hogar de chimenea de piedra puede ocupar mucho espacio en su sala de estar, y el hogar es propenso a la acumulación de hollín y la suciedad que penetra en la lechada, lo que resulta en un aspecto poco atractivo. Un hogar de piedra debe limpiarse con más frecuencia que los hogares de chimenea de ladrillo.
Los tipos de limpiadores que utilice dependerán de lo sucio que esté el hogar y del tipo de suciedad que necesite eliminar. En algunos casos, lavar el hogar de la chimenea con detergente será suficiente, mientras que si el hogar está muy sucio, deberá usar una solución más potente, como fosfato trisódico (TSP).
Paso 1: Prepare el área
Cepille primero el hollín y la suciedad de la chimenea para que las partículas no caigan sobre el hogar durante la limpieza. Use una aspiradora para simplificar su tarea y asegúrese de eliminar el polvo de la lechada y otros lugares difíciles de alcanzar también.
Proteja el espacio alrededor de la chimenea con periódicos viejos o un paño de caída.
Paso 2-Prepare la solución de limpieza
Querrá limpiar su hogar de chimenea de piedra con una solución de sal de mesa y detergente. Disuelva una taza de detergente y tres cucharadas de sal de mesa en tres cuartos de agua tibia en un cubo.
Paso 3: Aplique, Frote y Enjuague
Aplique el limpiador en el hogar de la chimenea con una esponja mientras usa guantes de goma para proteger sus manos. Deje reposar la solución durante 10 minutos.
Después de que se haya establecido, use un exfoliante de alambre de plástico para quitar la solución de limpieza. Frote bien la lechada, que normalmente acumula la mayor cantidad de suciedad. Usa un cepillo de dientes viejo para limpiar esas zonas de difícil acceso.
Enjuague el hogar con una esponja suave sumergida en agua clara cuando haya terminado de limpiar toda esa suciedad. Enjuague varias veces si es necesario, revisando entre enjuagues para ver si queda detergente. Esto asegurará que el limpiador no deje rastros cuando el hogar se seque. Deje que el hogar se seque con suficiente tiempo antes de volver a usar la chimenea.
Paso 4-Eliminar manchas persistentes
Si, después de que el hogar de la chimenea se seque, aún quedan manchas, es hora de un limpiador más potente. Primero, pruebe el amoníaco doméstico, que contiene de cinco a 10% de amoníaco y es un limpiador eficaz para todo uso. Mezcle una taza de amoníaco con una libra de piedra pómez finamente molida y agua para crear una pasta espesa.
Aplique la pasta en el hogar de la chimenea, déjela reposar durante 10 minutos y luego frote y enjuague. El amoníaco es cáustico, así que protéjase la piel y los ojos con mangas largas y gafas protectoras.
Si esta solución no funciona, intente eliminar las manchas con productos químicos más duros, como fosfato trisódico o TSP. TSP es una solución alcalina que puede eliminar grasa, aceites y manchas persistentes. Use media taza de cucharadita en tres cuartos de agua para su solución de limpieza.
Aplique la solución y, a continuación, siga el paso tres. La TSP es tóxica, así que, de nuevo, use equipo de seguridad adecuado como guantes, gafas y una máscara facial. También preste atención para evitar inhalar vapores o que entren en sus ojos mientras se frota.