enero 13, 2022

Cómo la Ética Afecta Su Proceso Diario de Toma de Decisiones-Syntrio

Todos tomamos muchas decisiones durante un día típico en el trabajo. Si bien la mayoría de estas decisiones son en blanco y negro, hay momentos en que debemos determinar si una acción que estamos contemplando cruza una línea ética. Por ejemplo, ¿debe aceptar boletos para juegos de pelota de un proveedor, aunque piense que podría estar en contra de la política de la compañía hacerlo? O bien, descubres que parte de la información que has incluido en una propuesta no es cierta, pero si se lo dices al cliente, sabes que arruinará el trato.

En muchos casos, elegir el camino no ético puede resultar en una ganancia a corto plazo, pero puede tener graves consecuencias para usted o su organización a largo plazo. Si su empleador descubre que usted aceptó las entradas para el evento deportivo, podría perder su trabajo. Y cuando el cliente se dé cuenta de que falsificó las cifras de su propuesta, es probable que lleve su negocio a otro lugar y aleje a otros de la organización.

Los Beneficios de integrar la Ética en la Toma de Decisiones

No siempre es fácil hacer lo correcto. Puede haber presión de colegas, clientes y, en algunos casos, supervisores para recortar gastos o romper las reglas, y es fácil caer en la trampa de «todos los demás lo están haciendo». Pero tomarse el tiempo para sopesar los pros y los contras éticos de sus decisiones le beneficiará a usted y a la organización de diversas maneras:

  • Ganarse el respeto y la confianza de sus compañeros de trabajo y clientes
  • Evitar dilemas que podrían tener repercusiones legales, financieras o reputacionales significativas para usted y la organización
  • Ayudar a la organización a mantener un estado favorable dentro de la industria
  • Hacer una contribución positiva al desarrollo de una cultura laboral más saludable y productiva
  • Tener la tranquilidad de eso viene de saber que hiciste lo que crees que es lo correcto
Un Modelo para la Toma de Decisiones Éticas en el Lugar de Trabajo

Dado que tomar decisiones éticas representa un desafío para muchos empleados, es útil tener un marco que lo guiará a través del proceso. El Centro Markkula de Ética Aplicada de la Universidad de Santa Clara ofrece la siguiente metodología de cinco pasos para guiarlo en la dirección correcta:

  1. Reconocer un problema ético: El primer paso implica tener la capacidad de identificar un dilema ético potencial cuando se presenta. Tendrá que determinar si la decisión o situación podría causar daño a otro empleado, a un grupo de trabajo o a toda la organización. También tendrá que evaluar si necesita seleccionar entre una buena y una mala opción, dos buenas opciones o dos malas opciones. Además, tendrá que determinar si el problema se trata más de lo que es legal o lo que es más eficiente.
  2. Reúna los hechos: Cuantos más hechos pueda obtener sobre una situación, mayor será la probabilidad de que tome una decisión ética. Tómese el tiempo para reunir todos los hechos relevantes, incluidos los que aún no han salido a la luz. Consulte con otras personas que puedan verse afectadas por el resultado de su acción. No avanzar hasta que se sienta seguro de que tiene suficiente información para tomar la mejor decisión.
  3. Evalúe las alternativas: Hay varios enfoques que puede tomar para evaluar todas las opciones de toma de decisiones disponibles a su disposición:
    • Decidir qué alternativa proporcionará el mayor bien y causará el menor daño
    • Decidir qué opción protege mejor los derechos de todos los involucrados en el resultado
    • Decidir qué alternativa es la más justa para todas las partes
    • Decidir qué opción promueve mejor el bien común
    • Decidir qué opción está más en línea con sus valores personales y «brújula moral»
  1. Toma y prueba una decisión: Revise todos los enfoques mencionados anteriormente y determine cuál es el más aplicable a su situación – y luego tome su decisión. En lugar de sacarlo a la luz y esperar lo mejor, intente llevarlo a una «prueba de manejo» para ver cómo se siente al respecto. Considere esta pregunta antes de actuar: «Si le dijera a alguien que respeto lo que estoy a punto de hacer, ¿cómo reaccionaría?»Si no está satisfecho con la respuesta, vuelva a evaluar y, si es necesario, repita los tres primeros pasos.
  2. Actúa y reflexiona: Cuando finalmente estés satisfecho con tu decisión, es hora de actuar. Implemente su acción de una manera que aborde mejor las preocupaciones de todos los que tienen un interés en el resultado. Evalúe los resultados y busque oportunidades para mejorar su proceso de toma de decisiones éticas a medida que avanza.

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