¿Puede el Calor del Cuerpo Humano Proporcionar Energía al Mundo?
Si se combina la producción de energía de todos los seres humanos, ¿cómo se compara esto con la demanda mundial de energía? ¿Cuánta electricidad se podría generar si cada ser humano vivo usara un brazalete de recolección de energía térmica? ¿Puede esto alimentar todos nuestros aparatos eléctricos?
En la película The Matrix, las máquinas inteligentes explotan a los seres humanos como fuente de energía al cosechar su energía térmica y convertirla en electricidad. En la película, la energía cosechada es suficiente para dirigir el mundo de las máquinas postapocalípticas y para alimentar una simulación gigante que hace que la humanidad crea que todavía vive a finales del siglo XX. Pero, ¿es posible alimentar a todo el planeta simplemente cosechando calor corporal?
El cuerpo humano produce más energía de la que podría pensar
Para llegar al fondo de esta pregunta, necesitamos comenzar con algunos números y conversión de unidades. Los seres humanos obtienen energía mediante el consumo de alimentos. Cada kilocaloría (kcal) que ingerimos corresponde a 4.184 kilojulios (4x103J) de energía. Suponiendo una ingesta calórica promedio de 2000 por persona y 7 mil millones de habitantes en el planeta tierra, procesamos una asombrosa cantidad de 58,58 petajulios (59×1015 J) de energía cada día y 21,38 exajulios (21x1018J) por año. Sin embargo, estos números son solo una fracción del consumo global estimado en energía primaria de ca. 500-1000 exajulios por año. Eso significa que incluso si pudiéramos cosechar el 100% de la energía que producimos, no podríamos satisfacer la demanda mundial.
Además, la conversión de energía siempre está sujeta a pérdidas. Para el cuerpo humano, estas pérdidas son en su mayoría térmicas, en forma de calor corporal. Dependiendo de la actividad y del entorno, el cuerpo disipa entre 290 y 3800 kilojulios de energía térmica por hora, lo que se traduce en una potencia de 80-1050 Vatios. Para siete mil millones de personas, esto equivale a 3,33 teravatios (3, 33×1012 W), un número comparable a la demanda de energía de los Estados Unidos solamente. Pero a menos que queramos calentar nuestros apartamentos y conducir nuestros autos con nuestro cuerpo, necesitamos convertirlo aún más, en una forma de energía más conveniente. Y aquí es donde entran en juego los termoeléctricos.
Los generadores termoeléctricos convierten el calor corporal en electricidad. Asumamos que la energía térmica combinada de cada ser humano en el planeta podría convertirse idealmente en electricidad. Como especie, produciríamos un total de alrededor de 1,33 teravatios de energía eléctrica continua. Eso corresponde a 32 TWh por día, o aproximadamente una décima parte de la necesidad mundial de energía.
Nuestra tecnología actual no es capaz de convertir la energía térmica con una eficiencia muy alta. Pero Mitras está dando el primer paso para aprovechar el enorme potencial de la recolección de energía térmica corporal. Ya hoy en día, esto ofrece grandes posibilidades para la electrónica portátil con bajo consumo de energía. Y si las máquinas inteligentes planean apoderarse del mundo en el futuro, tendrán que encontrar una fuente de energía diferente al cuerpo humano.