Comunicación de Orcas
Sistema de Comunicación de Orcas
Si ha escuchado orcas en vivo o en documentales o películas, sabrá que su sonido es demasiado fuerte, melodioso y agudo. Los seres humanos tienen cuerdas vocales en la laringe para emitir sonidos, pero las orcas no. Tienen un tejido compacto en la región nasal que produce el sonido. Como especie altamente social, sin duda requieren un sistema de comunicación eficaz.
Aunque no son fácilmente visibles, las orejas de las orcas son pequeñas aberturas ubicadas detrás de sus ojos y están muy bien desarrolladas. Cuando cazan en aguas oscuras o muy turbulentas, la observación no es muy útil, por lo que dependen completamente de su sentido del oído para navegar, comunicarse y cazar.
Las vainas de orcas tienen un sistema de comunicación muy complejo, y la mayoría de sus componentes aún no han sido descifrados por los investigadores. Sin embargo, los expertos han llegado a algunas conclusiones como que una vaina produce un conjunto de sonidos completamente diferente a los de otras vainas; por lo tanto, cada individuo puede reconocer al grupo donde pertenece. Estos sonidos se aprenden y transmiten de generación en generación entre los miembros de la comunidad y se han denominado dialectos. Los terneros nacen con un repertorio limitado de sonidos que se expanden lentamente a medida que aprenden de su madre y de otros adultos en la vaina. Los dialectos son esenciales para la identificación y cohesión dentro del grupo.
Entre diferentes vainas pueden existir algunas vocalizaciones similares, pero no hay dos vainas diferentes con el mismo repertorio de sonidos. Aunque creemos que todo suena igual, los científicos han estudiado cuidadosamente las características de cada uno de estos sonidos, como la duración, el volumen, la frecuencia y los momentos en los que los usan y más.
Por ejemplo, los sonidos de una vaina en aguas noruegas se compararon con los de una vaina que vivía en aguas cercanas a Islandia; es decir, tenían cierta proximidad geográfica. Los residentes de Islandia tenían 24 sonidos diferentes, mientras que los de Noruega solo tenían 23, sin embargo, lo que más les sorprende es el hecho de que ni un solo sonido se repitió en ambos grupos, todos eran únicos para cada cápsula.
Los científicos han clasificado tres tipos de comunicación de sonido: silbidos, llamadas discretas y clics. Los silbidos y las llamadas discretas se emplean generalmente en la comunicación de la cápsula y los clics al realizar ecolocalización, una técnica utilizada para detectar elementos de su entorno.
La investigación sobre la comunicación con orcas se realiza con micrófonos subacuáticos llamados hidrófonos, que han proporcionado datos valiosos a los científicos. Al mismo tiempo, han despertado la curiosidad de los especialistas sobre si además de estas conversaciones complejas entre las orcas hay otras vocalizaciones a muy baja frecuencia que requieren dispositivos auditivos más sofisticados.
Los estudios muestran que las poblaciones residentes del Océano Pacífico tienden a ser más ruidosas que las transitorias, a pesar de que comparten las mismas aguas. Las frecuencias de sonido de las orcas varían según la presa que desean cazar, ya que los mamíferos marinos, como los pinnípedos, pueden detectar fácilmente esos sonidos. Algunos utilizan sonidos muy cortos y otros permanecen en silencio. Saben que cuando se trata de peces el ruido no importa, pero cuando cazan otros mamíferos marinos deben permanecer en silencio.
Ecolocalización
Esta capacidad sensorial permite una mejor navegación y una caza más eficiente de orcas. Durante la ecolocalización, el sonido viaja a través del agua y rebota del pez o de cualquier otra especie de interés, haciendo que dichas vibraciones regresen a la orca con información valiosa que les dará detalles precisos sobre la presa. El tamaño de la víctima, su proximidad, la profundidad del agua y la posible presencia de otros depredadores se descubren a través de la ecolocalización. Una vez que una orca recopila dichos datos, decide si caza esa presa o busca mejor un alimento menos complicado esa vez.
Las preguntas aún sin respuesta hacen que las orcas sean animales interesantes. Esperemos que el calentamiento global o la contaminación del océano no amenacen a estos hermosos mamíferos antes de que podamos entenderlos completamente.